Revisa las iniciativas que están emprendiendo las empresas de servicios públicos para introducir nuevas tecnologías y aumentar la digitalización de su red e infraestructura. También incluye actividades y controles de ciberseguridad para mitigar su exposición a riesgos.
Esta actividad revisa las iniciativas que las empresas de servicios públicos están llevando a cabo para introducir nuevas tecnologías y aumentar la digitalización de su red e infraestructura para llevar a cabo servicios nuevos o innovadores al tiempo que mejoran la eficiencia y reducen los costes (por ejemplo, inteligencia artificial, análisis predictivo, blockchain). También incluye actividades y controles de tecnología de la información y ciberseguridad para mitigar su exposición a los riesgos.
Las empresas eléctricas tienen la gran responsabilidad de proporcionar una infraestructura estable y segura en las comunidades en las que operan. Al mismo tiempo, el sistema eléctrico está experimentando una transformación, donde la tecnología y la innovación dificultan los modelos de negocio tradicionales. En general, están en marcha 3 grandes tendencias que están cambiando el funcionamiento de las empresas de servicios públicos: (1) La electrificación de grandes sectores de la economía, como el transporte y la calefacción; (2) La descentralización, impulsada por una fuerte reducción de los costes de los recursos energéticos distribuidos (DER), como el almacenamiento distribuido, la generación distribuida, la flexibilidad de la demanda y la eficiencia energética; y (3) la digitalización tanto de la red, con la medición inteligente, los sensores inteligentes, la automatización y otras tecnologías de red digital, como, además del contador, con la llegada del Internet de las cosas (IoT) y una oleada de dispositivos conectados que consumen energía.
Para seguir este camino, las empresas de servicios públicos deben responder rápidamente a estos cambios, además de cumplir con las normas reglamentarias vigentes. De este modo, las empresas han acelerado la adopción de tecnologías inteligentes, la digitalización de datos, el procesamiento de datos y muchas otras tecnologías y procesos para maximizar el rendimiento de este nuevo escenario.
Sin embargo, a la vez que aumenta la digitalización en el sector eléctrico, también pueden aumentar las vulnerabilidades a las que pueden enfrentarse las empresas de servicios públicos en materia de ciberseguridad. La preocupación por la ciberseguridad es fundamental, ya que además de provocar cortes de energía y afectar a los sistemas de seguridad y salud, también puede dañar la reputación de la empresa, exponer información sensible de la compañía, robar información de los clientes, etc. Por lo tanto, las empresas de servicios públicos deben adoptar medidas preventivas para evitar estos riesgos, pero también deben contar con planes de contingencia cuando se produzcan estos ataques. En el contexto actual, las empresas de servicios públicos pueden verse amenazadas por individuos que quieren llevar a cabo ataques para obtener ganancias monetarias, así como por estados y amenazas terroristas con agendas políticas bien definidas. Para el sector eléctrico, el mayor riesgo es perder el control de sus activos y que los ataques provoquen apagones generalizados.
En general, la empresa eléctrica debe seguir tres objetivos básicos en los sistemas de información y que su política de ciberseguridad debe estar dirigida: (1) confidencialidad: cualquier información importante debe mantenerse confidencial. Sólo deben acceder a la información personas y sistemas con permiso. (2) integridad: mantener la integridad de los activos de información para que todo esté completo, intacto e incorrupto. y (3) disponibilidad: mantener la disponibilidad de los sistemas, servicios e información cuando se solicite.
Esta actividad de tecnología, digitalización y ciberseguridad en los servicios públicos está actualmente en desarrollo y se incorporará próximamente.